La otitis externa es una infección del conducto auditivo, la parte externa del oído. Es la segunda infección de oído más común, después de la otitis media, que afecta al oído medio. La infección puede ser causada por bacterias, hongos o ambos y, en casos raros, también pueden estar involucrados virus.
Tipos
La otitis externa es un término amplio que abarca diversas infecciones del conducto auditivo externo, generalmente causadas por bacterias u hongos. Las infecciones virales son poco frecuentes en esta afección, mientras que las infecciones bacterianas y fúngicas son mucho más comunes. En algunos casos, pueden coexistir infecciones bacterianas y fúngicas, por lo que es importante adaptar los tratamientos al tipo específico de infección.
La otitis externa se puede clasificar ampliamente en:
Otitis Externa Circunscrita: Esta infección localizada afecta una pequeña zona del conducto auditivo externo y suele dar lugar a forúnculos. La bacteria Staphylococcus aureus suele causarla.
Otitis Externa Difusa: esta infección se extiende a una porción más grande del canal auditivo. Existen varios subtipos dentro de la otitis externa difusa, cada uno con causas y características diferentes.
Otitis Externa Bacteriana
Otitis Externa Fúngica: Otomicosis
Otitis Externa Crónica Difusa: Oído de Nadador
Otitis Externa Maligna
La Miringitis Bullosa puede aparecer en el canal auditivo y afectar el tímpano, y es causada principalmente por virus y, a veces, por bacterias. En ocasiones, puede extenderse al oído medio.
Causas
Limpieza con objetos externos: El uso de objetos para limpiar los oídos puede provocar otitis externa difusa bacteriana y fúngica.
Limpiar los oídos mojados: la piel frágil y húmeda aumenta el riesgo de infecciones más graves.
Herramientas antihigiénicas: el uso de objetos sucios para limpiar los oídos aumenta las posibilidades de infecciones bacterianas y fúngicas.
Ambientes húmedos: La humedad favorece el crecimiento de hongos en el canal auditivo.
Natación: Los nadadores habituales corren el riesgo de sufrir otitis externa crónica debido a la exposición continua al agua y a los productos químicos.
Staphylococcus Aureus: Esta bacteria puede causar forúnculos en los folículos del canal auditivo, dando lugar a una otitis externa circunscrita.
Virus: La Miringitis Hemorrágica Ampollosa es una infección de oído rara y dolorosa causada por virus.
Síntomas
Dolor de Oído:
Picazón seguida de dolor: Se observa en la otomicosis (infección fúngica del oído).
Pabellón auricular sensible: el dolor al tocar el oído puede indicar una infección bacteriana.
Otitis externa Circunscrita: Dolor en un cuadrante del pabellón auricular.
Otitis externa Difusa: Dolor al tocar cualquier parte del pabellón auricular.
Dolor intenso:
Dolor localizado: Indica otitis externa circunscrita (forúnculo en el oído externo).
Dolor más allá del oído: Puede sugerir otitis externa maligna.
La miringitis ampollosa también puede causar dolor intenso.
Picazón en el oído: La picazón persistente es un signo de una infección por hongos en el canal auditivo.
Secreción del Oído:
Perforación del tímpano: La secreción puede indicar un tímpano perforado debido a infecciones no tratadas o remedios caseros dañinos.
Secreción acuosa de color sangre: un signo de miringitis hemorrágica ampollosa.
Sordera y sensación de tapón en el oído: Puede indicar otitis externa u otras infecciones del oído.
Enrojecimiento e hinchazón: son signos de otitis externa difusa.
Forúnculo en el oído: Un forúnculo con dolor localizado sugiere una otitis externa circunscrita, pudiendo aparecer también forúnculos en la cara.
Diagnóstico
El diagnóstico de problemas de oído requiere experiencia, ya que el oído es un órgano complejo. La mayoría de las infecciones del oído externo se pueden identificar fácilmente con un otoscopio o un endoscopio de diagnóstico. Si bien el proceso puede parecer sencillo, interpretar los síntomas y los hallazgos, especialmente en casos raros como la miringitis bullosa, exige experiencia y conocimientos especializados.
Tratamiento
El tratamiento de las infecciones de oído, incluidas las infecciones del oído externo, varía según el diagnóstico. Si bien pueden presentarse varias afecciones al mismo tiempo, a continuación se ofrece una guía general, pero siempre consulte a un otorrinolaringólogo para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados:
Otitis externa difusa bacteriana: Antibióticos orales, gotas para los oídos o ungüentos.
Otitis externa fúngica (otomicosis): Requiere limpieza de hongos por parte de un otorrinolaringólogo, seguida de gotas antimicóticas para los oídos.
Otitis externa circunscrita: antibióticos como amoxicilina o Co-amoxiclav dirigidos a las bacterias estafilocócicas.
Oído de nadador: puede ser fúngico, bacteriano o ambos; se trata con antibióticos orales y una crema que contenga antibióticos, antimicóticos y un esteroide suave.
Miringitis hemorrágica ampollosa: dosis altas de antibióticos orales.
Otitis externa maligna: cirugía y antibióticos potentes.
Prevención
Evite que entre agua en el oído: utilice tapones para los oídos durante la natación o cualquier otra actividad acuática.
Evite limpiar los oídos mojados: No limpie los oídos después de la exposición al agua, ya que puede dañar la piel y la capa protectora.
Evite introducir objetos: Evite utilizar hisopos de algodón o los dedos en el canal auditivo para evitar dañar la piel.
Busque tratamiento rápido: consulte a un médico ante el primer signo de otitis externa para evitar complicaciones.
No use gotas de aceite: el aceite puede promover el crecimiento de hongos; consulte a un otorrinolaringólogo para obtener opciones de tratamiento seguras para oídos secos.
Prevención de la otitis externa furunculosa: consulte a un dermatólogo para controlar el estado de portador de Staphylococcus, practicar una buena higiene y abordar las infecciones de la piel de forma temprana, especialmente en ambientes cálidos y húmedos.
Complicaciones
Pueden surgir complicaciones si la otitis externa no se trata:
Propagación de la infección: En casos graves, la infección puede extenderse más allá del canal auditivo a estructuras cercanas como la articulación temporomandibular, el hueso temporal, la glándula parótida o incluso las cubiertas del cerebro, lo que provoca afecciones más graves y potencialmente mortales.
Perforación del tímpano: la otitis externa difusa prolongada puede causar perforación del tímpano, lo que resulta en pérdida de audición y mayor vulnerabilidad a otras infecciones.
Remedios Caseros
Para el tratamiento adecuado de la otitis externa o infección del conducto auditivo, es fundamental obtener un diagnóstico preciso. Lo mejor es consultar a un médico para obtener el tratamiento médico adecuado y remedios caseros seguros. Los remedios caseros tradicionales suelen causar más daño que beneficio, y se deben evitar los medicamentos de venta libre o la automedicación.
Resumen
Siempre consulte a un otorrinolaringólogo para problemas del conducto auditivo externo, ya que puede haber múltiples diagnósticos posibles. Solo en este artículo, hemos analizado seis tipos diferentes de infecciones, incluidos los subtipos. Cada afección requiere un tratamiento específico y pueden coexistir múltiples infecciones. Para prevenir complicaciones, es importante buscar el asesoramiento de un otorrinolaringólogo para abordar adecuadamente la infección.
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